China encandiló al mundo

Solo hay una palabra que se me ocurre para describir la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos. Mágica.
La cuenta atrás se hizo muy larga, pero a partir de ahi comenzó un espectáculo de luz, color, música y coreografías que dejo al mundo con la boca abierta. Desde que soy pequeño he oido que la ceremonia de Barcelona 92 sería dificil de superar pero, sin duda ayer quedó pequeña ante semejante espectáculo.



Gran parte de culpa la tiene la forma de ser de los orientales, extremadamente ordenados y con una capacidad de trabajo inimaginable. Tres años de ensayos y preparativos para que el dia importante no fallara nada, y no falló.
Después del desfile en el que la delegación española se pasó el protocolo por el forro, ( si hubiera sido otra delegación, los medios la habrían puesto a parir, pero como son los nuestros parecen simpáticos ) llegó el momento estelar, el encendido de la antorcha del nido de pájaro.
Li-ning, uno de los mejores deportistas chinos de la historia, recibió el último relevo y se elevó sobre el nido de pajaro para recorrerlo "corriendo" y encender el pebetero de declaraba abiertos los que probablemente sean los mejores Juegos Olímpicos de la historia.